Hace algunas
semanas supe de la muerte de un poeta argentino, Mario Trejo. Quiero decir la/mi
verdad. Mis recuerdos de él son, por decirlo suavemente, contradictorios.
Desde
mi adolescencia admiré su poesía. Pero mi relación personal con él no está
poblada de gratas nostalgias. Sucede que –cosas de la vida- en un par de
ocasiones me vi obligado a trabajar con él. Y pocas veces en mi vida alguien me
provocó tanta irritación (bueno, me enfureció). Como socio en una tarea, Mario
era francamente insoportable. No voy a consignar detalles: si alguien leyendo
esto ha tenido que pasar por la misma experiencia, sabe de que hablo.
Pero la
poesía de Mario Trejo es otra historia completamente diferente. Era un poeta
admirable y su obra debería ser más conocida, especialmente en Argentina. Tuvo
sus momentos de relativa fama y popularidad, como cuando escribió los versos de
esa estupenda composición de Astor Piazzolla, “Los pájaros perdidos”, que una
tarde, en México, nos arrancó lágrimas a Noé Jitrik y a mí. Pero su talento
poético se merecía más difusión, mucha más. En serio.
Quiero reproducir aquí una de sus poesías
más bellas que, por lo que sé, fue publicada en 1958 en la desaparecida (y jamás olvidada) revista Poesía Buenos Aires y nunca vuelta a citar. La recreo
de memoria. Es breve, es hermosa y está ingeniosamente construida. Se compone
de imágenes que se van engarzando hasta completar un poema de amor excepcionalmente expresivo. Aquí va:
continuidad
la ternura
progresiva de tus pasos
los pasos
opuestos de tu voluntad
la voluntad
crispada de tu cuerpo
el cuerpo emancipado
de tu sombra
la sombra
socavada de tu boca
la boca cautiva
de tu sonrisa
la sonrisa
descorrida de tus muslos
los muslos
asomados de tus mañanas
la mañana
aventurada de tu voz
tu voz inventora
de mi nombre
el nombre
esparcido de tu existencia
la existencia
auspiciosa de tus manos
las manos estacionarias
de tu ternura
5 comments:
Lindo. No lo sabía aficionado a la poesía, Eddie. Cada vez que alguien cuelga un poema tiemblo (y pero aún si es un poema de amor), esperando algo sin el menor cuidado de la forma a la Benedetti, pero esta vez no fue así.
La poesía siempre me gustó mucho, Comandante, desde que yo era chiquito así y una de mis frustraciones más grandes es no tener talento para crearla. De modo que me limito a admirar a los que sí lo tiene. Pero quedate tranquilo: nunca me verás posteando algo de Benedetti. Fue una gran persona, un luchador pero para mi gusto nunca fue un escritor.
Eddie
Parece que La tregua es buena novela, pero a mí efectivamente como poeta me horroriza. De Almafuerte, en cambio (otro poeta de gran aceptación popular), Borges decía que había escrito los mejores y los peores versos de la lengua castellana. En la tarjeta que vendían en los quioscos con "Piu avanti" le sacaban los dos últimos y tremebundos versos del soneto: "¡Que muerda y vocifere vengadora/ya rodando en el polvo tu cabeza!". La castraban, pobre poesía.
Nice blog yoou have
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